20 de diciembre de 2010

¿Justicia?




Cuando no se puede afirmar que un menor haya sido abusado sexualmente o violado, ni tampoco negar rotundamente que NO lo haya sido, ¿ Qué se hace? ¿Qué se puede hacer por la salud física y mental de esa víctima?

Lo primero que intentan hacer lo profesionales, especializados supuestamente en esa área, es la típica "revinculación". Grave error.
Si el niño decide una vez, no estar con su familia por maltrato o abuso, ¿para qué exigir una "re vinculación"?. Eso, le genera más daño al menor ya que tiene dos opciones: 1) Volver a su hogar y aguantar lo que sea o 2) Volver a escaparse.

Los fundamentos de los "profesionales" son:
  • Que los niños crecen "mejor"en un ámbito familiar, pero a costa de qué. ¿Qué precio tiene que pagar ese menor por crecer en un ámbito familiar impuesto por un profesional ajeno que supuestamente está a favor de los derechos del niño.
  • Otro fundamento es la salud mental y la contención. ¿Qué contención? Cuando hay maltrato y abusos no hay contención y eso no ayuda a su salud mental tampoco, en todo caso lo empeora.
  • Y uno de los últimos fundamentos es el "divorcio destructivo", que con sus consecuentes problemáticas se desplaza la consideración de abuso. Eso es algo que no se logra comprender y no quiero explayarme mucho en este tema sin antes entenderlo.
De cualquier forma los niños son igualmente dañados por su familia y por las instituciones y lo único que están creando son futuros adultos con posibilidad de que clonen la misma historia o peor.
Según los profesionales, la falta de recursos para una crianza adecuada impiden la potencialidad para el cambio de un familiar abusivo. Igualmente, en lo particular, me parece que un "familiar abusivo" no cambia por más recursos que tenga o deje de tener. Lo hecho, hecho está y la posibilidad de volver a hacerlo también, entonces ¿Para qué arriesgar a un inocente?. Sólo el 2 % de los abusos se conocen en el momento en que se produce el hecho.

Desde mi punto de vista, creo que la falta de capacitación de los profesionales de las Instituciones en esta rama, no ayudan a balancear los factores de riesgo en los menores.
También influye el costo de las Instituciones y la presunta poca efectividad de estas modalidades de protección transitoria. ¿Por qué protección transitoria y no permanente si realmente lo necesitan? ¿Tan caro es el costo? Si bien los niños son igualmente dañados al instalarlos en hogares y familias sustitutas, éste es un recurso que se puede presentar como un "mal necesario". Pero por lo menos el menor se encuentra un poco mas protegido y con una supuesta contención psicológica.
Trato de entender cada relato leído y escuchado cuáles son los límites para encontrar una explicación. Y al buscarla, me pierdo en un laberinto de papeles, palabras y trámites legales sin ningún sentido ni fin.
Un laberinto no es una estructura caótica, si no un diseño que sólo es claro para quién lo construye.
Su arquitecto es, entonces, el único que sabe dónde está la salida. El resto, queda atrapado y desorientado.

Según estadísticas, "está comprobado que en los últimos 50 años, más de 8.000 seminaristas, hermanos, frailes, sacerdotes, obispos, arzobispos, cardenales y monjas de la iglesia Católica en todo el mundo han sido acusados como abusadores sexuales; por lo general, de personas del mismo sexo y abrumadoramente, en perjuicio de menores de edad".

En fin, el peso del pasado por ahora no ayuda a esclarecer el presente. Y así estamos.


Autora: Romina Munafó