13 de marzo de 2012

Guitarrear...


Ella se mecía lentamente y en su interactuar con la nada, no pudo evitar compararse con una Guitarra. Una eléctrica, por su forma de ser, tan hiperactiva y enérgica. Añeja, a veces humilde y a veces atrevida por su divergente guitarrear.

Cada pensamiento es una cuerda. Estas cuerdas parecen inconexas, pero acariciándolas se conectan, generan ondas vibratorias provocando una sensación agradable al oído.

A principio emite un sonido neutro, luego se combinan con otros teniendo un cierto criterio, generando ideas simples o compuestas y de esta forma, arma una melodía. Aunque desarrollar una melodía es algo más que eso, cada paso se sigue del anterior en virtud de una lógica. Existen melodías de funeral, románticas, alegres, melancólicas, eróticas y más.
Con ellas desarrolla una obra musical para cada ocasión, con una partitura archivada... cuidadosamente archivada.
Para cada suceso le aplica un tema, un tema que a simple vista cualquier ser humano puede interpretar de la misma forma los distintos sucesos o al mismo suceso en sus distintas formas.

A ésto, ella le suma "movimiento". Muchas veces estamos quietos, pero pensándolo bien, no lo estamos. Esperar el momento indicado también es una forma de estar en movimiento.

Para su guitarrear, cada movimiento tiene una estética, un estilo propio, una aritmética, su gracia. Conecta cada cuerda innovando melodías desencadenadas, estructuradas y a la vez des estructuradas, les da movimiento y cuando se da cuenta está danzando. Creando formas con cada melodía. Cada movimiento encaja perfectamente con la melodía, tan perfectamente como las matemáticas. Sí, hasta en la sopa de letras están, en las resoluciones lógicas, teoremas, poesías, en la música... en todo... todo es tan bello y tan abierto como las matemáticas.
Todo es horriblemente infinito e infinitamente bello.

De repente, una luz la impacta, se exalta un segundo y una voz le pregunta: ¿Estas bien? - A lo que ella le responde: _ Sí, estoy perfectamente bien.

Aquieta su mente, trata de silenciar las cuerdas para dejar de guitarrear en forma divergente y pasar al sonido monótono rutinario.


Autora: Romina Munafó

... Un poco de mi y un poco de ellos...

Creo que hay un profundo rasgo de histeria y narcisismo en "mí" y en "ellos".

No sé si soy sencillamente histérica, o si soy mas propiamente histérica-neuroesténica.

Tiendo a sacar varias hipótesis, porque en mí se dan distintos fenómenos que muy dificilmente terminan en abulia. Además, es muy difícil sacar una hipótesis de cada uno de ellos que hay en mí. A veces no comprendo ni registro los síntomas de cada uno.

En este momento la ermitaña y Egoísta "Soledad" me dice que me olvide de los demás, que sea YO únicamente, que eso NO es ser egoísta es simplemente amarse para poder Amar ... ja!

Mientras, " ella" me mira suplicando atención, cariño, calor de hogar. Me reclama contención, ser amigable y familiera.

A su vez siento que me tira del pelo la " Adolescente" rebelde, resentida con la vida que NO para de derrapar energía y dejar bien en claro que " ella es la autoridad".

De la nada aparece un hombre oculto en el cuerpo de una mujer un poco desalineada, muy práctica, independiente, lesbiana obviamente. Reclama que quiere libertad, que no la molesten y cada tanto salir con sus amigotes a fumar y mirar mujeres mientras que en el fondo, las desean.

En mi escritorio está la "perfección con patas" que me mira desaprobandome. Muy justa, aplicada, bien vestida, ners, espíritu de líder y obviamente, ¿qué me reclama? ... Orden, puntualidad y discreción.

En medio de todo esto sale el "amigacho", un amigazo que lo tienen siempre "como uno más", lo cuentan para todo, para las buenas, las malas, las reuniones, organización, para todo menos para cuando él lo necesita.

En la ventana del castillo virtual está ella, la enamoradísima que espera a su Amor ideal, que por supuesto hay que mandarlo hacer a medida y obviamente me reclama "creer en el Amor, en la dulzura y en la familia". No encuentra su final felíz para su cuento de hadas pero tampoco se resigna.

Muy en el fondo está "Flor", una niña inocente todavía, repleta de luz y energía. Me recalca que la abandoné y por mi culpa perdió su inocencia. Quiere divertirse sanamente y no puede.

En fín, hice una rápida descripción de ese Baúl que cada día descubro más tesoros. Si se me olvidó alguno, sepan disculparme hice alegato solamente a los personajes principales.

Sea como fuere, la base mental de mis heterónimos está en mi tendencia constante y orgánica hacia la despersonalización y la simulación.



Firma: "Soy uno y ninguno .. "


Autora: Romina Munafó