4 de febrero de 2011

Existo... y viceversa

Abrió sus alas
incompleta segura
Esplendida
otra vez sin rastros
Fabulosa

Me implica su desmesura
La provoco
espío el cielo
Lloro, me ahogo
me hago sombra y me río

Existo y viceversa
Respiro profundo
Grito, amo, palpo
Me conformo y no...

Sufro la belleza de sus ojos
Los latidos que se agotan
Las agujas del tiempo
que caen...

Gotea la sangre de los días
Me suelto, salto, me inundo.
El viento da al sol su ternura.

¿Que hará ella en tardes como estas?



Autora: Romina Munafó

Un día como hoy...

Un día cualquiera decidí
seguir adelante,
no esperar las oportunidades. 
Yo misma debo ir a buscarlas.
Acepté que cada problema es un obstáculo
que solo nos invita a crecer.

Un día cualquiera decidí
ver en cada noche...
el brillo oculto del siguiente amanecer.

Y aprendí...
aprendí que lo difícil no es cumplir los sueños,
porque hay gente que ni siquiera sueña.

Un día cualquiera agradecí 
tener el privilegio de llamar Amor a alguien
y comprendí que el amor...
es un simple estado,
es una necesidad de vida
y que de nada sirve la luz
si no ilumina nuestro camino. 

Un día cualquiera entendí,
aprendí, acepté.
Un día como hoy
AGRADECÍ


Un verano muy frio...

"Sangre de mi Sangre"


Capítulo I

Anahí era una niña de 15 años proveniente de un barrio humilde, muy resentida, dolorida y ermitaña, que de un día para el otro se fuga de su hogar para vivir con sus tíos y su primo. A éstos, los conocía hacía unos pocos meses.
Con el tiempo Anahí se sentía en deuda con ellos por darle un espacio en su casa, digno y con alimento, por lo tanto, hacia todo como ama de casa en forma de agradecimiento por lo que hacían por ella.

Todos eran muy timberos en la familia (por lo menos en esa), con lo cuál, todos los domingos por la tarde jugaban al tutecabrero, un juego de cartas que siempre alguien sale enojado. En uno de esos días, Anahí estaba tan melancólica que su mirada se perdía en las cartas que repartía Martín, su primo. Él, ante ésto, la acusó de tramposa. Por supuesto que inmediatamente le contestó que estaba muy equivocado. Tiró las cartas y optó por ignorarlo, por lo menos hasta que él pidiera disculpas por haber sido juzgada de esa manera.

Como ambos eran muy orgullosos, por lo menos, un año estuvieron sin dirigirse la palabra. Entraban juntos a la casa y ni siquiera se saludaban. Iban por la misma vereda y uno de los dos cruzaba con tal de no mirarse.

Saliendo un poco del acto anterior, hay que tener en cuenta que Anahí provenía de una familia conflictiva, con un padrastro alcohólico que abusaba de ella desde los 4 años hasta los 12 años. La madre era la hermana de Martha, la mamá de Martín y casi siempre estuvo ausente.
Anahí, además tenía 3 hermanos varones menores que ella que se desligó de ellos desde muy chica. Con el hermano mayor eran muy compinches, su adoración. Pero con el tiempo se fué perdiendo la magia de hermanos que se va incrementando junto con la crianza.
Anahí conocía más la familia de su padrastro que la de su madre, por razones obvias, la familia de su madre estaba en Córdoba y no tenía la posibilidad de visitarlos ya que el poder adquisitivo que manejaban era demasiado bajo.

Por todo esto, Anahí era una persona que valoraba y respetaba demasiado a sus tíos, por brindarle un espacio para ella nunca obtenido por sus padres y que además, la traten como persona y no como objeto.
Pasó un año y Anahí con su primo mantenían cada uno su postura. Ella hablaba hasta con un amigo de su primo, pero nunca con él.
Cuando Martín se vestía para salir, Anahí se moria por saber a donde iba y con quién, y lo mismo le pasaba a él supuestamente, pero nunca lo demostraban.

Un día, su tía le dijo muy seriamente que no podían seguir viviendo así. Anahí le contestó que ella podía tranquilamente vivir así, total el que tenía que hablar con ella era él. Él, fué el que se equivocó, además cada uno hacia su vida sin joder al otro. Su tía le contestó que ella sí se sentía molesta por eso.
Después de esa charla todo siguió igual. Ella lo odiaba, pero en el fondo lo quería.




Capítulo II

Un 2 de Julio fallece el abuelo de Martín y Anahí, es decir que sus tíos viajaron a Córdoba por unos días, eso quería decir que los primos tan queridos se quedarían solos por unos días. ¿ Cómo iban hacer? La gran pregunta.
Uno de los dos tenia que dar el brazo a torcer.

El primer día a la noche, Anahí decide cocinar para ella y su primo, de lo contraria quedaría como una egoísta. Terminó de cocinar, puso la mesa, la tele encendida como para ver algo y no hablar y... avisarle que ya estaba lista la comida. Como la comida ya se estaba enfriando, lo tuvo que llamar con una mezcla de amor y odio porque fue la primera en dar el brazo a torcer.
Se sentaron, comieron. Hacían que miraban tele porque en realidad uno estaba pendiente del otro.

De repente a él se le ocurre preguntarle que opinaba del fallecimiento del abuelo, cómo se sentía. Ella, sorprendida, le contesta que no le afectaba mucho porque lo vió una vez en su vida, con lo cuál no tenía la consideración que por ahí él si tenia por el hecho de verlo uno o dos veces por año.

Ése fue el principio de una profunda charla que comenzó a las 9 PM y terminaron abrazados a las 6 AM. Hablaron como nunca antes lo habian hecho. Él, esperaba el llamado de una chica que nunca llegó y ella estaba carteandosé con un chico de Tucumán que hacia años de carteaban.

Anahí le contó sobre su bisexualidad, su primo se quedó totalmente pasmado. Mencionaron algunas cosas de sus padres. Ella nunca hablaba de lo que había pasado en su hogar con su familia pero él se imaginaba muy bien todo. Descubrieron sus gustos. Él mencionó que le gustaría bailar pero era vergonzoso y pata dura. Ella le contestó que todos al principio somos así, nadie nace bailando. Y así, se entusiasmaron para ir un dia a la salsera y empezar clases de Salsa.

Aclararon el motivo de pelea que los mantuvo distanciados por un año. Al final, él le pidió disculpas y ella le explicó que es media melancólica y ese día estaba bastante nostálgica mirando la nada justo para el lado de las cartas. Terminaron en un profundo y largo abrazo donde casi se dieron un beso. Pero no, todavía no era el momento.

Una vez que levantaron la mesa y lavaron los platos, Anahí se recostó en la cama demostrando cansancio. Él, aprovecho y se recostó también pero con la cabeza en las piernas de ella. Ella se dejó llevar por su mano que la llevó a acariciarle el cabello ondulado y esponjoso. Eso dio lugar a un hermoso y apasionado beso. Cuando estaba por comenzar el acto carnal tan esperado, ella lo cita a la ducha pero en 15 minutos.
A los 15 minutos él estaba ahí. Fué allí cuando hicieron el amor por primera vez terminando muy agotados en la cama de Martín. Juntos hicieron un amanecer muy vigoroso con una mezcla de amor y cariño. Inolvidable para los dos.

Durmieron entrelazados luego de un día salvaje. Se despertaron como a las 16 hs del mismo día. Comieron, vieron tele y seguían hablando.
Volvieron a hacer el amor muy apasionadamente y acordaron que sus encuentros iban a ser su gran secreto, al menos por ese momento.

Estaban muy cansados. Se durmieron profundamente olvidandosé de TODO. Anahí se sentía de alguna forma protegida por su primo-novio-amante.
Fueron dos días fuertes y a la vez, dulces, hasta que llegaron sus tíos y los atraparon durmiendo juntos en una situación obvia y desagradable, ya que hasta los restos de vestigios quedaron a la luz, para darles más motivos a los padres de Martín de hacer un escándalo.

A Martín, como era de esperarse no le dijeron nada, incluso lo saludaron y un poco mas lo felicitaron, pero la ligó  Anahí. Ella quiso lavar los platos e intentar hablar con su tía, pero no la dejó siquiera entrar a la cocina. Le dijo que nunca se imaginó que le faltaría el respeto a su tía de ese modo y menos con SU hijo. Le dejó bien en claro que al otro día ya no estaria en esa casa y no le importaba saber a donde iba.
Ese mismo día Anahí se fue totalmente angustiada a la casa de una amiga. Totalmente destruida se fue llorando al colegio donde gracias a una maestra y sus 3 amigas le encontraron un Hogar provisorio para vivir hasta encontrar un Hogar estable. Mientras, podía seguir yendo al colegio y vivir en el Hogar.
Martín quedó en el medio de todo este embrollo pero aun así hizo todo lo posible para verla aunque sea a la tarde.

Para Anahí, Martín siempre se sientio culpable por lo sucedido y de alguna forma quería hacerse cargo de ella, para que no quede tan sola. Hasta que finalmente se termino enamorando y Anahi terminó muy contenida por su primo-novio-amante y realmente era la primera vez que alguien se interesaba tanto por ella.

Así fue que comenzaron una relación intensa, rara y a escondidas. Había días que ella no asistía a la escuela para verlo a Martín y otros días que ella lo esperaba en la puerta del trabajo o en los asientos de Puerto Madero, que ya era considerado "su lugar". Con el tiempo se fueron conociendo cada vez más y aunque eran totalmente distintos se llevaban muy bien. Pasaron noches muy frías sentados en los bancos de una plaza con tal de estar abrazados conteniéndose. Siempre tenían un lugar nuevo por conocer.

Cada palabra pronunciada los hacía soñar, cada acto sugerido era una buena idea para realizar juntos y las minipeleas terminaban en un mundo de caricias. Con cada ocurrencia se divertían mucho.
Él no hablaba mucho, ella sí, pero de cosas superficiales y anecdóticas. No, de sus sentimientos y de lo que pensaba realmente de ciertas circunstancias, algo que el si hacía y cuando lo hacía era muy doloroso. Pero como ella siempre se mostraba fuerte, no afectaba.

Eran súper fanáticos de los Hoteles de Alojamiento. Se habrán conocido casi todos los hoteles de Buenos Aires con seguridad ya que uno o dos Hoteles por fin de semana recorrían. Celos, casi ni existían. Parecían muy seguros de sí mismos.
Decidieron un día ir a una salsera a tomar clases. Empezaron con Salsa y terminaron tomando clases de Rock and Roll con Chocolate ( el primer profesor que tuvieron). Chocolate fue un profesor muy gracioso y realmente los preparó muy bien para que pudieran seguir progresando.
Un día el profesor los pasó al segundo nivel de Rock. ( les dolió un poco por el cariño que le habían tomado pero ya no podían estar como principiantes).

Pasaron el segundo nivel bastante rápido y en el tercer nivel llegaron a conocer al mejor bailarín y profesor de Rock and Roll, Miguel Brus. A principio no les había caído muy bien, pero admiraban como bailaba. Con esfuerzo llegaron a un buen nivel de baile en Rock. Salsa bailaban cada tanto y luego de una larga discusión comenzaron a tomar clases de Swing con el mejor profesor y bailarín de Swing. Con él aprendieron no sólo a bailar Swing, aprendieron a manejarse en el escenario, todo sobre jazz, danza jazz, gimnasia, trucos aéreos, hasta tap!! . Eran muy apasionados del baile, lo que mas hacían y adoraban.

A los 6 años de noviazgo tirando para los 7 años deciden organizar las vacaciones con mínimo, dos meses de anticipación.


CAPITULO  III

A partir del sexto año de pareja Martín y Anahí estaban cada vez más distanciados. Ya no había pasión, no había regalos. Anahí seguía esperando que Martín se independizara para ver si podían llegar a formalizar algo juntos, pero la realidad es que Anahí lo veía cada vez mas lejos de ella y mas cerca de sus padres, algo desesperante.

Todo parecía perfecto pero analizando profundamente ella se daba cuenta que la relación estaba vacía y no los llevaba a nada. Ella no era demostrativa con palabras pero sí con hechos. Alquiló un departamento de un ambiente y medio para que puedan tener su intimidad y verse mas seguido sin tener que estar a escondidas de nadie, aunque en realidad seguían escondidos, pendientes de que la sociedad tampoco sepa mucho porque la marginación era terrible.

En fin, ella lo único que logró en ese departamento es tener un espacio para su gran soledad y esperar y esperar a que él decidiera independizarse o vivir juntos, aunque la idea era que primero se independice y luego se juntaran como pareja conyugal. Él terminó yendo los sábados a la noche hasta el domingo que luego iban a entrenar y en la semana cada uno con sus cosas.
Así y todo faltaba un mes para partir rumbo a Bariloche y allí empezar a recorrer todo el sur juntos y apostar por la relación después de tanto tiempo... que podría haber sido más.

La idea de viajar seguía en pie pero Anahí cambio mucho un mes antes de emprender vuelo. Dejó de actuar por él en un montón de cosas, dejó de dar ideas para hacer, dejó de hablar!! para que se diera cuenta que si ella no hacía nada, la rueda no giraba y la relación iba directo al precipicio. Así lograron un puente inmenso entre ellos.

Ya no hacían el amor y no porque no hubiera atracción, si no, que esconderse tanto de los seres mas queridos y de la sociedad misma y las diferencias mutuas las llevó a esta distancia en tan poco tiempo.
Faltaban unos pocos meses parta cumplir los 7 años de noviazgo y se pusieron de acuerdo en viajar igual. Acordaron pasarla bien y ver a lo lejos que pasaba con la relación en sí. Todo eso lo decidieron el mismo día en el aeropuerto, o sea que todavía había tiempo para retroceder, pero ninguno de los dos lo hizo.
Los dos iban con expectativas diferentes pero el fin era pasarla bien a pesar de todo. Llegaron a la madrugada a Bariloche. Comieron en la única pizzeria abierta a esa hora. Se rieron y hablaron hasta que llegaron al Hotel, que por cierto era muy cálido y acogedor. Justo para ellos, que gracioso ¿no?.

Tenían una cama de dos plazas y media, uno dormía en una punta y en otro en otra de las puntas, en el medio, un desierto con una gran tapia por cruzar. Horrible. Así estuvieron la primer semana aunque conocieron lugares fantásticos e inolvidables. Sacaron muchas fotos y realmente lo disfrutaron muchísimo.
El primer sábado en Bariloche deciden comer comida Oriental con cerveza artesanal, como para conocer algo nuevo. Se divirtieron mucho, se rieron mucho de su situación en general. Se notaban qu estaban entonados. En este estado Anahí decide terminar la relación aunque todavía no sabía cómo.

Esa misma noche, llegaron al Hotel, se bañaron, se acostaron y Martín le pregunta: ¿Qué pasó con nosotros? 
Ella le contesta: ... Hace mas de dos meses que ya no pasa mas nada entre nosotros...
Él no podía entender. De inmediato dijo que si hay un problema se podía solucionar, como si fuese una fórmula matemática. Para ella no era así.
Él le preguntó si había un tercero. Ella le dijo que sí, pero que no tenía nada que ver porque recién lo conocía, no había pasado nada y obviamente valoraba y lo quería más a Martín que a este segundo chico.

Ella explicó que se había cansado de esperar que él se independice para ver si podía llegar a formar algo serio, pero pasaron casi 7 años y estaban como al principio. Ella era la innombrable en su casa, sentía que no la defendía y no se jugaba con nada ni con nadie.
Él decía que no era así, a lo que ella le respondió que es eso lo que veía y sentía. Y se había cansado, bajó los brazos.

Anahí parecía muy fría y segura pero por dentro estaba destrozada, tenía miedo y estaba enojada con lo que le tocó vivir. Lo de la frialdad fue estratégico ya que si no era de esa forma, nunca terminarían. Al no entender esta respuesta, pidió explicaciones. Ella se las dio: le dijo que lo quería mucho y obviamente le dolía mucho lo que estaba haciendo pero el amor que ella sentía por él no era el mismo. Se había cansado de que le pregunten ¿Son hermanos o primos?. Bailar juntos desgastó la relación demasiado. El baile pasó a ser primer plano, después ellos. Ya no había pasión como hacía 5 años atrás. Los obstáculos las posicionaban en un lugar que no le correspondía.

Hablaron toda una noche. Como empezaron, terminaron. Hicieron el amor por última vez, Anahí con lágrimas en sus ojos. Ahora sí que estaba sola y debía enfrentarlo. Ella le dijo a Martín que ya iba a encontrar una mujer que lo haga FELIZ en todos los sentidos, que no tenga que esconderla por nada. Y así fue.

Martín lo supo entender y aceptar. Fueron casi 7 años hermosos que Anahí decidió terminar justo el día de los enamorados y en sus vacaciones de verano, porque se dio cuenta que no la persona indicada para él.

Parecían felices, pero en el fondo estaban tristes. Anahí sabía muy bien lo que le esperaba. Cambiaba su felicidad por el futuro y la felicidad de Martín. El destino de Anahí fue ser ermitaña, siempre fue así.

Pero el vínculo no se terminaba. Seguían siendo primos y posibles hermanos. Noticia que se enteró mas tarde. Por eso, la madre de Anahí no se tenía buena relación con la madre de Martín.
Además, Anahí tenía que conocerse a si misma, aprender a quererse. Dejar de actuar como objeto para ser un sujeto, abrirse a la vida y saber saborearla.


Autora: Romina Munafó