15 de diciembre de 2010

Buscando una salida



Éramos sólo tú y yo, las sombras persiguiéndonos.
No nos atraparan.
Partiendo de aquí hagamos una promesa: Seamos leales.
Vamos a huir, lejos de todo mal que se nos presente.
Nada nos detendrá, ni siquiera la noche.
Lo que nos acecha pronto nos dejará en paz.
Pronto habrá alegría, luces y tranquilidad.
El amor es lo único que nos unirá y nos hará llegar lejos.
Mas allá de las nubes, sobre las montañas escaparemos, por rutas vacías.
Las luces de las estrellas brillan sobre ti.
Nada puede detenernos, no ahora, porque TE AMO, porque no amamos.
Ellos, no nos atraparan.
Nuestros espíritus cabalgan. Vamos hacia adelante, las rutas están vacías.
Nuestros ángeles nos aguardan.

De repente, una luz nos atropella de frente y todo se sale de la borda violentamente.
Hasta que por fin llegamos.
Nos despertamos en el lugar más deseado: el ,paraíso.
Nuestros rostros se mostraban diáfanos y nuestros cuerpos transparentes.
Nos abrazamos y fuimos "una". Ahora somos felices y nada ni nadie nos acecha.


Autora: Romina Munafó

Estancada


El torrente de Amor que descendía
velozmente por mi corazón, se ha detenido.
Se estancó en uno de los recónditos
rincones de su larga travesía.
Una camarada de piedras
se interpuso en el camino
formando una cascada
de llanto y agonía.

El torrente con el tiempo
se convirtió en un charco
llegando a ser un pantano.
Allí me hundo, me ahogo.
Eh dejado de fluir.
Perdí la cuenta de los días
que llevo atascada, en el pantano,
en la cascada, en el dique.

Tu caudal de amor y energía
no fue suficiente para
superar el dique. Mi dique.
Eh perdido gradualmente
la conexión con el mundo.
Me queda sólo un hilo
de esperanza ...
...y yo...


Autora: Romina Munafó

Anestesiada...


Noche fría y acalorada por el enojo que me enerva sin causa ni motivo, aunque muy en el fondo se ve el verdadero motivo: "La Soledad", que me llama, me atrae, me sustenta, me produce placer y displacer. La anhelo tanto que anestesia mi existencia. Mi persona está, pero mis sentimientos no existen, como el holograma.
Mi cabeza hipnotiza mi corazón, tanto que ni siquiera tiene agallas para demostrar que no le interesa nadie. No para de enviar información, la misma es rechazada y vencida por el corazón, éste cansado de sentir miedo, miedo a "sentir", sentir de verdad.
La atemoriza tanto que está anestesiada de punta a punta. Mirada vacía. No diferencia la alegría de la tristeza, ni el sonido de una chicharra con el sonido de un búho. Los días soleados son grises y opacos. Para ella todo es igual; NEUTRO, sin sentido. Todo la lleva a su n/n interior y a la vez, a la soledad, acompañada de libros, música, lápiz y papel para jugar con la realidad y su imaginación junto con todos sus conocimientos, algo que la mantiene FUERTE para poder sobrevivir a su lucha diaria.


Autora: Romina Munafó

Inolvidable...



Cada día que pasa me amoldo más a ésta celda de Soledad que me lleva de a poco a la locura total.
Cada día que pasa, recorre por mi cabeza algún porta-retrato de un recuerdo inolvidable.

Hace poco te vi y me hiciste reír cuando en el fondo no paraba de llorar.
Recuerdo en la oscuridad de mi memoria tu cómplice fisonomía.

El silencio en mi interior me está matando. No puedo separar el ayer de hoy.
Necesito un antídoto para calmar esta amargura.
¿Cuántas noches más voy a llorar por ti?

Hoy, como todos los días, traigo recuerdos vivos a mi realidad y te escribo una supuesta carta de despedida.
De un amor prohibido, pasaste a ser "inalcanzable".

Las últimas vacaciones, fueron las mejores y las más dolorosas. Recuerdo lo bien que logramos pasarla y a la vez lo triste que estuvimos. Nunca olvidaré nuestra despedida, el dolor aún lo siento.

Me duele tu desprecio, tu ausencia, tu imagen lejana y a la vez muy cercana.

Soy una víctima de mi misma, de mis propios actos. A fuego lento mi cuerpo entero cobra por cada acto errado.
Hoy no siento odio ni amargura, no sé que siento. Sólo se que nunca te extrañe tanto como estos 9 meses.

Quién lo diría. Quién diría que no puedo arrancarte de mi memoria, de mi corazón, de mi ser.

Quién diría que una decepción más, me acerca aún mas al profundo vacío que me lleva a la nada.



Autora: Romina Munafó