15 de diciembre de 2010

Anestesiada...


Noche fría y acalorada por el enojo que me enerva sin causa ni motivo, aunque muy en el fondo se ve el verdadero motivo: "La Soledad", que me llama, me atrae, me sustenta, me produce placer y displacer. La anhelo tanto que anestesia mi existencia. Mi persona está, pero mis sentimientos no existen, como el holograma.
Mi cabeza hipnotiza mi corazón, tanto que ni siquiera tiene agallas para demostrar que no le interesa nadie. No para de enviar información, la misma es rechazada y vencida por el corazón, éste cansado de sentir miedo, miedo a "sentir", sentir de verdad.
La atemoriza tanto que está anestesiada de punta a punta. Mirada vacía. No diferencia la alegría de la tristeza, ni el sonido de una chicharra con el sonido de un búho. Los días soleados son grises y opacos. Para ella todo es igual; NEUTRO, sin sentido. Todo la lleva a su n/n interior y a la vez, a la soledad, acompañada de libros, música, lápiz y papel para jugar con la realidad y su imaginación junto con todos sus conocimientos, algo que la mantiene FUERTE para poder sobrevivir a su lucha diaria.


Autora: Romina Munafó