28 de mayo de 2011

Arriba es más abajo que abajo...

Caminé sobre el agua durante varias horas, maminé y caminé en busca de un adjetivo, hasta encontrarlo: cansada. No vale la pena aprender a nadar, ahora mismo me encuentro en medio del océano, sin siquiera mojarme.

Por casualidad estoy remando y remando hasta mis pies, durmiendo sobre la superficie como un pez muerto o todavía no vivo. De repente, se acerca una hoja de papel con su mirada boca abajo.

Curiosa de encontrar tremendo objeto en tan inhóspito lugar, lo levanto y lo doy vuelta, y leo:
EL CONJURO HA TERMINADO

Y caigo, caigo y me hundo en los subsuelos del mar. Pero no muero, sino que me voy a vivir con los peces :)