Por casualidad estoy remando y remando hasta mis pies, durmiendo sobre la superficie como un pez muerto o todavía no vivo. De repente, se acerca una hoja de papel con su mirada boca abajo.
Curiosa de encontrar tremendo objeto en tan inhóspito lugar, lo levanto y lo doy vuelta, y leo:
EL CONJURO HA TERMINADO
Y caigo, caigo y me hundo en los subsuelos del mar. Pero no muero, sino que me voy a vivir con los peces :)