I
Se abre un abismo mágico
donde logro desintegrarme.
Respiro líquido y soy etérea,
pluma que roza mi piel
junto a tu aliento
y vuelve... y vuelve...
II
Dejé de soñar desnuda
y me peiné los rulos hacia abajo.
Cambié el color de mis ojos
de cansancio...
Y lloré de tanta risa acumulada
y me ahogue de tanta agua en mi ser.
III
Caí de improviso en el río turbio de tus palabras
y no hay nada más, solo el gesto repetido.
Morimos varias veces aquí
y nacemos varias veces allá.
Da lo mismo no? Decir:
TE QUIERO ... MURIENDO.
IV
El hipopótamo desde abajo me dice - vos,
¿A qué viniste, viejo?-
responde, dale! si vos me contaste.
Vine porque sí, sólo porque eso...
No preguntes nada, juega
¡¡¡Si!!! ¡¡¡Dale, quiero jugar!!!
a los animalitos, pero que no duela!!
V
Movimiento de la noche que se repite en mis ojos.
Lo sé.
He visto morir la lluvia otra vez
y la guerra de los sapos continúa sin sentido.
¿Amor? ...
Salto, vuelvo y me enrosco
hasta volverme un caracol, por cobarde.
VI
Me sumergí en esa batalla.
Insectos cayendo.
Yo, vos y las mentiras en esta selva.
Busque tu reverso hasta encontrarlo,
supimos de la nada hacer varias guerras
Autora: Romina Munafó