12 de junio de 2011

Pensar puede ser peligroso...

Pensar es peligroso. Si quieres matarte, no pienses. Igualmente, quien se mata comete múltiples homicidios. Primero se mata a sí mismo; y después, a los que quedan. En conclusión, la culpa, los errores, las decepciones y las desgracias son privilegios de una vida consciente. ¡La muerte no tiene esos privilegios! Hay personas que viven la vida como si fuera una noche de sueño eterno en el claustro de la tumba...
Dentro de la clase: "personas" se diferencian dos grandes grupos de ignorantes, los que lo reconocen y los que no. El que lo reconoce tiene una gran posibilidad de no ser taan ignorante como el otro grupo, pero de todos modos, somos ignorantes.
Trabajamos, vendemos, compramos y construimos relaciones sociales; disctutimos sobre política, economía y ciencias, pero en el fondo somos niños que hacen chistes en el teatro de la existencia, sin nunca advertir su complejidad. No sabemos casi nada de lo que realmente somos. Somos millones de niños que, por décadas y décadas, juegan en este planeta deslumbrante.Nosotros somos apenas seres humanos en plena reconstrucción. Hay mucha locura también y sólo se la puede tratar cuando abandonen sus disfraces.
La cultura no nos hace más flexible ni ayuda a relacionarse, todo lo contrario, la cultura en exceso nos aleja, somos menos flexibles con las personas, los tiempos, las charlas. Nos hace hasta más selectivos. El número es cada vez más chico, por lo que hay menos para elegir.
Debemos tener en cuenta lo breve que es la existencia de cada ser humano, el ínfimo paréntesis de tiempo que representa y reflexionar sobre todo lo que está más allá y después, percibir lo pequeño que somos. Nunca consideramos que un dia terminaremos en el silencio oscuro de una tumba, tragados por las bastedad de la existencia. Debemos comprender nuestras extensas limitaciones y al toparnos con ellas, dejamos de ser un dios para ser sólo un ser humano. Salimos de la condición de centro del universo para ser sólo un caminante en rumbos que desconocemos.
Hoy en dia necesitamos un armamento de ideas, que son mas poderosas y penetrantes que cualquier otra arma. No es posible seguir a un líder sin admirarlo. La admiración es más fuerte que el poder. El carisma es más intenso que las presiones y más cuando se trae un armamento de ideas para poner en práctica.
Cada día hay más personas que desean proteger a la sociedad sin tener sueños. ¿Cómo pretenden?
Por ejemplo: los Piscólogos. Estamos cada vez mas llenos de Psicólogos que tratan el acto suicida en sí, pero no al ser humano lacerado que dentro de ellos. Su teoría podría ser útil pero en situaciones previsibles, en especial cuando el paciente busca ayuda espontánea.
La mayor razón para estar vivo es estar vivo, es la existencia insondable. Dentro de esta existencia tenemos las personas consideradas "normales" y los "anormales". En los primeros, la locura se oculta, está disfrazada. Tienen una necesidad de ser espontáneos de liberarse pero no lo hacen por el hecho de ser "normales", es decir, ser discretos, tranquilos, serenos, tener voz dulce. En fin, estar infectado con el virus de la formalidad.
En cambio los "anormales" son espontáneos, tienen tanta vivacidad sin depender lo que tengan y no, utilizan frases cortas con demasiada espontaneidad. Estan siempre hambrientos de alegría. Por lo general son considerados locos quita yeso de la emoción, porque ellos se relajan y se divierten como niños libres.
Los grandes descubrimientos de la ciencia se produjeron en la juventud, al calor de la rebeldía, y no en la madurez. Los formales reciben diplomas y aplausos, los chiflados producen las ideas que utilizan.

Sin sueños, los monstruos que nos asedian, ya sea que estén en nuestra mente o en el terreno social, nos controlarán. El objetivo fundamental de los sueños no es el éxito, sino liberarnos del fantasma del conformismo.
Sueños sin proyectos producen personas frustadas, siervos del sistema. Vivimos en una sociedad consumista, en una suciedad de deseos, no de proyectos existenciales. Ndie planea tener amigos, ni ser tolerantes, superar fobias o tener un gran amor.
Las conquistas sin riesgos son sueños sin méritos. Nadie es digno de los sueños si no usa sus derrotas para cultivarlos.