Ángel caído del cielo,
dime que traes un retazo de cielo para mí,
que en la oscuridad yace en lecho oscuro y agonizante
de un río que lleva un caudal de tristezas.
Dime que tus palabras no vendrán cargadas de eufemismos
y la luz que emanan tus acciones,
no es, la de una estrella en un apogeo.
Ángel caído del cielo,
dime que no te has estrellado con la coraza de mi ser.
Dime que has venido solo para mí
y nada habrá que sonsacar.
En la bruma de la mañana con la solitaria y temeraria niebla
me escabulliré donde aún me mire la luna
y el sol haga brotar mis alas nuevamente,
que llenas del rocío en la noche, mi vida han atrofiado.
Y volando nos iremos
desde Andrómeda hasta Neptuno
dejando atrás el infinito;
Fuego de nuestros seres consumiéndose.
Ángel caído del cielo
no hables y no temas
solo vuela,
que jamás volveras a caer.
Autora: Romina Munafó
Publicado en "Letras Argentinas de hoy 2005 - Antología III
Editorial De los Cuatro Vientos
